Después de un largo proceso con una gran participación el Congreso ha aprobado, casi por unanimidad, la ley que regulará a partir de ahora la Cooperación Internacional para el Desarrollo, la cual además de reconocer el importante papel que juegan los municipios, facilitará el trabajo de todos los actores.
La ley dictada en el marco de las competencias exclusivas del Estado en materia de Relaciones internacionales, y recogiendo la voluntad de los constituyentes españoles de 1978, de “Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra”, configura lo que denomina sistema español de cooperación para el desarrollo sostenible, en el que se integran todos los actores, conforme al modelo territorial y de gobernanza de nuestro país.
Con esta aprobación, la política de cooperación se configura más si cabe, como una política de Estado, y con una garantía de continuidad, tan necesaria para consolidar el trabajo del Estado y del resto de actores, lo cual es una de las mejores noticias.
Al mismo tiempo, en reconocimiento de una aspiración del sector de las ONGd y también de muchos gestores públicos, abre un proceso para establecer un régimen específico para la regulación de las subvenciones destinadas a la cooperación internacional para el desarrollo que, dejando claramente a salvo la transparencia y el control de los recursos públicos, permitirá lograr una mayor eficiencia en las acciones.
Desde la Fundación Musol felicitamos a la vez que agradecemos el esfuerzo de todas y todos cuantos han contribuido a disponer de esta importantísima herramienta.
Rafael García Matíes